Análisis ideológico de los X-men
Preliminares
Algunos datos prácticos
Los X-Men son un producto de Stan Lee, el creador de Spider Man, y la Marvel Comics, una de las compañías más fuertes, junto con DC, en la venta de comics y proyección multinacional de sus personajes. En México no se cumplen aun muchos años que esta historieta salió a la venta, por lo tanto no podremos hablar de los orígenes de la misma, ya que en este país el comic comienza no siguiendo el orden cronológico de aparición en los E.U.A., sino que se empieza a partir de números avanzados teniéndolos aquí como el primero, segundo, etc.
Fue en 1993 que se decidió sacar esta historieta a la venta con el nombre de X-Men Adventures, basada, más que nada, en la serie que se transmitía por televisión en esos momentos con los guiones de Robert N. Skir y Marty Isenberg. El valor que esta primera revista contiene para un análisis es casi nulo al no ser manejada de acuerdo con los guionistas originales del comic.
Es hasta 1995 que a México llegan las verdaderas aventuras de los X-Men, por llamarles de algún modo, bajo el nombre de X-Men Flip Book; y son estas aventuras, junto con ediciones especiales que tratan a fondo ciertos temas de suma importácia en el universo de los X-Men, temas que se prestan para poder ubicar, en su lectura, cierta tendencia ideológica implícita en sus ideas[1].
Sobre la cuestión
Es imprescindible que el lector de estas líneas tenga un conocimiento básico, para volver más fluido lo escrito, de lo que es el universo de los X-Men, o por lo menos una idea general de las ideas planteadas en este comic. Esto para evitarnos la molestia constante de estar comprobando nuestras palabras renglón por renglón para que el lector tenga fuentes fidedignas de nuestras ideas. Así que se pide, antes de acercarse a este ensayo, una lectura mínima de los comics de los X-Men; con esto se tendrá una idea más clara de lo que se analiza en estas líneas.
Este análisis no tiene como fin sacar a luz ciertas tendencias implícitas en las imágenes del comic, como lo hace Umberto Eco en Apocalípticos e integrados,[2] ni decir que por medio de cortas palabras se puede cambiar al lector a una postura política y social. Este análisis es deductivo, partiendo de lo general, que sería la historia global en la conciencia del lector, a lo particular, que es comparar está historieta con ciertas posturas sociales e ideológicas, o míticas, del mundo que nos rodea, por lo tanto el resultado es, al tener en cuenta únicamente lo que deseamos escuchar, meramente parcial.
Manejo de símbolos y contexto
Los X-Men, refiriéndome a todo el universo que engloba esta palabra y no solo a un grupo específico, se manejan en una realidad constante; los sucesos ocurren en nuestro tiempo en ciudades reales como New York, Washington, entre otras. Encontramos en este manejo de ideas el primer símbolo que sería la necesidad de establecer un lazo entre la realidad cotidiana y la realidad implícita en el comic. Este lazo nos servirá de mucho para poder hacer comparaciones más fuertes entre estas dos realidades.
El tiempo, aunque no siempre es el mismo, va de acuerdo con el transcurso de la historieta; los personajes no son inmortales, crecen y desean como un ser vivo, pero no entremos en mas detalles ya que de esto se hablará en páginas postreras[3]. Entonces el tiempo transcurre de la misma manera en estas dos realidades, podría decirse que no es análogo a nuestra realidad sino parte de nuestro mismo plano de tiempo, como si compartiesen los instantes.
En esta realidad convergen humanos y mutantes, encontrando allí nuestro primer obstáculo ¿qué es un mutante? Para los humanos injertos en la historia un mutante es un ser indeseable que no tiene nada que ver con ellos, es un ser anormal que necesita ser aislado de la sociedad o muerto, en su defecto mayoritario; pero ¿qué será ser mutante para los mutantes? Es allí donde encontramos el primer símbolo de carácter ideológico, ya que al entrar en esta pregunta entramos en pensamientos de grupos individuales que luchan por un sueño en la historieta y hablar de esto sería hablar de política[4]. Así que diremos que un mutante, en lo general, es un ser no humano que nace de lo humano, con características diferentes, en este caso diríamos, superiores a las de los humanos mismos, ya que por asuntos del destino, que desconozco en lo absoluto, o por asuntos de acomodo, estos mutantes poseen poderes especiales.
Su mismo poder es algo que los hace entrar en conflicto con los humanos, ya sea por miedo de los segundos a una dominación por parte de los primeros o por simple rechazo por ser diferentes, tanto como existen los homofóbicos y los xenofóbicos. Todo esto nos lleva a creer en la posible existencia de una imagen mítica.
Umberto Eco decía que “en la imagen mítica se condensan aspiraciones y deseos (...) es la proyección de aquello que deseamos ser”[5] refiriéndose específicamente a la imagen que evoca el mito de Superman, pero he aquí que al poner a los X-Men como mito no encontramos esas aspiraciones o deseos de las masas por ser como ellos, sino que encontramos un cambio que se debe hacer patente en la frase, una palabra arreglaría este problema y se pondría en boca de los grupos marginales, diciendo así que la imagen mítica, utilizando la misma estructura de la frase de Eco, no es aquello que deseamos ser sino lo que queremos hacer.
Los símbolos que los X-Men manejan son, en su mayoría, de carácter social, contrarios a los de Superman o Batman que viven una existencia individual, respondiendo a una necesidad de alianza entre las sociedades, ya sean humanos, mutantes o lectores jóvenes en busca de identidad social e histórica, puesta implícita como explícitamente en la historieta.
Comparación de identidades
Comparar a los grupos sociales de los X-Men con los de nuestra realidad inmediata puede servir para esclarecer un tanto los roles que desempeñan estos grupos dentro del comic, de la misma manera que echaría luz sobre las ideas y divergencias de los mismos grupos, así como sus finalidades.
No estaría de más hacer una comparación con los grupos homosexuales que están surgiendo en masas en la actualidad. Estos grupos comenzaron, al igual que los X-Men, de manera underground, digamos que de manera casi clandestina. Al principio eran unos cuantos (hablemos de mutantes y gays como una misma cosa) que se unían entre ellos, aun sin ideas ni nada, solo aceptando sus diferencias entre ellos y ocultándolas ante los ojos de la gente decente. Con el tiempo estos grupos continuaron creciendo hasta encontrar un vehículo ideológico, podría decirse que un dirigente, que proclamara la igualdad entre las sexualidades, razas o género. Estos grupos encontrarían seguidores dentro de su mismo género o de diferente género pero a su vez encontrarían enemigos que intentarían detener su marcha, bajo las banderas de la moralidad, el respeto o el miedo social, proclamarían que esa igualdad no es posible.
En los X-Men lo que sucede es equiparable a cualquier grupo social marginado. En específico la Escuela del Profesor Xavier para Jóvenes Dotados es el grupo, dentro del comic, que proclama la igualdad entre raritos (mutantes) y normales (humanos). Este grupo encuentra sus seguidores como sus enemigos entre los humanos, así como enemigos entre los mutantes mismos. Esto nos lleva a otro punto, a otro lugar donde se afirman las convenciones sociales en cualquier cultura, en cualquier estado, país o sociedad; entonces llegamos, así, a la política manejada en el interior del comic.
Algunos datos prácticos
Los X-Men son un producto de Stan Lee, el creador de Spider Man, y la Marvel Comics, una de las compañías más fuertes, junto con DC, en la venta de comics y proyección multinacional de sus personajes. En México no se cumplen aun muchos años que esta historieta salió a la venta, por lo tanto no podremos hablar de los orígenes de la misma, ya que en este país el comic comienza no siguiendo el orden cronológico de aparición en los E.U.A., sino que se empieza a partir de números avanzados teniéndolos aquí como el primero, segundo, etc.
Fue en 1993 que se decidió sacar esta historieta a la venta con el nombre de X-Men Adventures, basada, más que nada, en la serie que se transmitía por televisión en esos momentos con los guiones de Robert N. Skir y Marty Isenberg. El valor que esta primera revista contiene para un análisis es casi nulo al no ser manejada de acuerdo con los guionistas originales del comic.
Es hasta 1995 que a México llegan las verdaderas aventuras de los X-Men, por llamarles de algún modo, bajo el nombre de X-Men Flip Book; y son estas aventuras, junto con ediciones especiales que tratan a fondo ciertos temas de suma importácia en el universo de los X-Men, temas que se prestan para poder ubicar, en su lectura, cierta tendencia ideológica implícita en sus ideas[1].
Sobre la cuestión
Es imprescindible que el lector de estas líneas tenga un conocimiento básico, para volver más fluido lo escrito, de lo que es el universo de los X-Men, o por lo menos una idea general de las ideas planteadas en este comic. Esto para evitarnos la molestia constante de estar comprobando nuestras palabras renglón por renglón para que el lector tenga fuentes fidedignas de nuestras ideas. Así que se pide, antes de acercarse a este ensayo, una lectura mínima de los comics de los X-Men; con esto se tendrá una idea más clara de lo que se analiza en estas líneas.
Este análisis no tiene como fin sacar a luz ciertas tendencias implícitas en las imágenes del comic, como lo hace Umberto Eco en Apocalípticos e integrados,[2] ni decir que por medio de cortas palabras se puede cambiar al lector a una postura política y social. Este análisis es deductivo, partiendo de lo general, que sería la historia global en la conciencia del lector, a lo particular, que es comparar está historieta con ciertas posturas sociales e ideológicas, o míticas, del mundo que nos rodea, por lo tanto el resultado es, al tener en cuenta únicamente lo que deseamos escuchar, meramente parcial.
Manejo de símbolos y contexto
Los X-Men, refiriéndome a todo el universo que engloba esta palabra y no solo a un grupo específico, se manejan en una realidad constante; los sucesos ocurren en nuestro tiempo en ciudades reales como New York, Washington, entre otras. Encontramos en este manejo de ideas el primer símbolo que sería la necesidad de establecer un lazo entre la realidad cotidiana y la realidad implícita en el comic. Este lazo nos servirá de mucho para poder hacer comparaciones más fuertes entre estas dos realidades.
El tiempo, aunque no siempre es el mismo, va de acuerdo con el transcurso de la historieta; los personajes no son inmortales, crecen y desean como un ser vivo, pero no entremos en mas detalles ya que de esto se hablará en páginas postreras[3]. Entonces el tiempo transcurre de la misma manera en estas dos realidades, podría decirse que no es análogo a nuestra realidad sino parte de nuestro mismo plano de tiempo, como si compartiesen los instantes.
En esta realidad convergen humanos y mutantes, encontrando allí nuestro primer obstáculo ¿qué es un mutante? Para los humanos injertos en la historia un mutante es un ser indeseable que no tiene nada que ver con ellos, es un ser anormal que necesita ser aislado de la sociedad o muerto, en su defecto mayoritario; pero ¿qué será ser mutante para los mutantes? Es allí donde encontramos el primer símbolo de carácter ideológico, ya que al entrar en esta pregunta entramos en pensamientos de grupos individuales que luchan por un sueño en la historieta y hablar de esto sería hablar de política[4]. Así que diremos que un mutante, en lo general, es un ser no humano que nace de lo humano, con características diferentes, en este caso diríamos, superiores a las de los humanos mismos, ya que por asuntos del destino, que desconozco en lo absoluto, o por asuntos de acomodo, estos mutantes poseen poderes especiales.
Su mismo poder es algo que los hace entrar en conflicto con los humanos, ya sea por miedo de los segundos a una dominación por parte de los primeros o por simple rechazo por ser diferentes, tanto como existen los homofóbicos y los xenofóbicos. Todo esto nos lleva a creer en la posible existencia de una imagen mítica.
Umberto Eco decía que “en la imagen mítica se condensan aspiraciones y deseos (...) es la proyección de aquello que deseamos ser”[5] refiriéndose específicamente a la imagen que evoca el mito de Superman, pero he aquí que al poner a los X-Men como mito no encontramos esas aspiraciones o deseos de las masas por ser como ellos, sino que encontramos un cambio que se debe hacer patente en la frase, una palabra arreglaría este problema y se pondría en boca de los grupos marginales, diciendo así que la imagen mítica, utilizando la misma estructura de la frase de Eco, no es aquello que deseamos ser sino lo que queremos hacer.
Los símbolos que los X-Men manejan son, en su mayoría, de carácter social, contrarios a los de Superman o Batman que viven una existencia individual, respondiendo a una necesidad de alianza entre las sociedades, ya sean humanos, mutantes o lectores jóvenes en busca de identidad social e histórica, puesta implícita como explícitamente en la historieta.
Comparación de identidades
Comparar a los grupos sociales de los X-Men con los de nuestra realidad inmediata puede servir para esclarecer un tanto los roles que desempeñan estos grupos dentro del comic, de la misma manera que echaría luz sobre las ideas y divergencias de los mismos grupos, así como sus finalidades.
No estaría de más hacer una comparación con los grupos homosexuales que están surgiendo en masas en la actualidad. Estos grupos comenzaron, al igual que los X-Men, de manera underground, digamos que de manera casi clandestina. Al principio eran unos cuantos (hablemos de mutantes y gays como una misma cosa) que se unían entre ellos, aun sin ideas ni nada, solo aceptando sus diferencias entre ellos y ocultándolas ante los ojos de la gente decente. Con el tiempo estos grupos continuaron creciendo hasta encontrar un vehículo ideológico, podría decirse que un dirigente, que proclamara la igualdad entre las sexualidades, razas o género. Estos grupos encontrarían seguidores dentro de su mismo género o de diferente género pero a su vez encontrarían enemigos que intentarían detener su marcha, bajo las banderas de la moralidad, el respeto o el miedo social, proclamarían que esa igualdad no es posible.
En los X-Men lo que sucede es equiparable a cualquier grupo social marginado. En específico la Escuela del Profesor Xavier para Jóvenes Dotados es el grupo, dentro del comic, que proclama la igualdad entre raritos (mutantes) y normales (humanos). Este grupo encuentra sus seguidores como sus enemigos entre los humanos, así como enemigos entre los mutantes mismos. Esto nos lleva a otro punto, a otro lugar donde se afirman las convenciones sociales en cualquier cultura, en cualquier estado, país o sociedad; entonces llegamos, así, a la política manejada en el interior del comic.
Manejo de políticas en los X-Men
De igual manera que en el capítulo anterior sería prudente comparar los grupos políticos inmersos en la historieta con los grupos políticos de nuestra realidad. Pongamos para este caso tres grupos importantes de los X-Men y describamos cada uno en breves palabras. Los seguidores de Xavier; grupo que cree en la igualdad entre mutantes y humanos, deseando llegar a la paz y el acuerdo por medio del dialogo, mientras tanto protegen a los humanos que los desprecian (nombraremos a este grupo, por su carácter, mutantes conservadores). Los seguidores de Magneto; su sueño es aniquilar a todos los humanos y proclamarse estos como raza superior gobernante del nuevo planeta hecho solo para los mutantes (les llamaremos mutantes revolucionarios o radicales). Podríamos hablar de otros grupos, como por ejemplo de los Morlocks, un grupo reducido de mutantes que viven debajo de la ciudad ocultándose de la amenaza humana y sobreviviendo bajo sus propias leyes; el cual podría ser equiparable a grupos comunistas de nuestro tiempo, pero empezar a clasificar cada uno de estos grupos sería enredarse en cuestiones nimias cuando los importantes a tratar son los primeros dos.
Los creadores del cómic, de entrada, dejan patente su postura acerca de quien es el bueno y quien el malo en la historieta; en este caso los buenos son los conservadores y los malos son los radicales. Esta postura por más que parezca que no influye en lo mínimo hace tomarnos una decisión como lectores y nos habla acerca de que el futuro debe estar construido en hermandad con los marginados y con los civiles comunes. Cuando uno rompe esta brecha y su favoritismo viaja al lado en que los radicales, que de principio se sabe que serán la parte antagónica y creadores de problemas, pasa a formar parte del bando de los malos. Esta tendencia nos esclarece que por medio de la postura el cómic de los X-Men se desarrolla en un sueño de igualdad entre los hombres y mutantes y que aquel que trate de impedirlo, sea humano o mutante, pasará a formar parte, en la conciencia del lector, del bando de los malos.
Pero ¿qué se logra con estas posturas políticas implícitas en la historieta aparte de una concordancia lógica con la misma? Lo que se obtiene por medio de estas posturas políticas no son votos a favor sino una formación de subconciencia en el lector que sin darse cuenta comienza a absorber los sueños de igualdad planteados en un cómic de mutantes y humanos.
Temporalidad “real” y ficticia
En los mitos, se podría decir, que la temporalidad es casi nula o, al menos, aparentemente inexistente, de ahí que se puedan repetir una y otra vez de manera casi ritual. En los X-Men encontramos una divergencia notable debido a que el tiempo transcurre de manera similar a nuestro tiempo cotidiano[6] por lo tanto existente. Pero no debemos dejarnos engañar por esta respuesta tan simple, ya que la solución se ahonda en la tierra y no podemos descubrirla a simple vista. Los X-Men manejan diferentes tipos de tiempo dependiendo de lo que se quiera hablar acerca de ellos, describámoslos de una manera esquemática para comenzar:
Tiempo de historia: Este es el tiempo en que se desenvuelve toda la trama, los años que son equiparables a los nuestros; es el tiempo donde vive la narración y los hechos.
Tiempo de personajes: Este corresponde, de una manera un tanto obvia, a la vida íntima de los personajes, ya que estos pueden pertenecer a distintas épocas[7] espacio-temporales en las que pueden desenvolverse. Este tiempo nos hablará de la vida individual de cada mutante para ubicarlo en su contexto ficticio-histórico.
Para el tercer tiempo, denominado por nosotros tiempo idea, se necesita un apartado más amplio al considerarlo como el más importante entre los demás. Este tiempo es el que engloba la trama y a los personajes.
Veamos, primariamente, que los X-Men no se limitan únicamente a la escuela de Charles Xavier, sino que, en un futuro cuando dejan de existir los primeros X-Men, continúan los mutantes luchando por el sueño primigenio. Este tiempo de la idea trata de aclarar que lo más importante en esta historieta es el ideal de ser X-Men, luchar por la igualdad entre mutantes y humanos y ayudar a los segundos en lo que se pueda; esta idea es la que transgrede las generaciones de mutantes, es la que se continua manejando después de tanto tiempo de lucha y muerte.
Como queda claro los X-Men no necesitan ser inmortales, contrario a Superman que necesitan estarlo rejuveneciendo constantemente[8], al ser los personajes únicamente vehículos del mito que pretenden portar. Es el mito el poseedor del carácter inmortal, es el que pasa la temporalidades y vive gracias a la lucha de otros mutantes que bien podrían ser anónimos a los ojos del verdadero sueño.
Mitos en los X-Men
Afirmamos que los X-Men son un mito al no ser creados por su realidad, es decir, al no haberse convertido en mutantes después de un lapso de tiempo o por medio de un suceso trágico y misterioso de la genética moderna. Estos, al igual que Superman, nacieron siendo mutantes, por lo tanto su disfraz es el de humanos y se vuelven mitos al no formar parte de este sistema común genético; siendo entes superiores equiparables a dioses y no a héroes.
Escarbando un poco en las raíces de este cómic uno puede darse cuenta de la gran similitud que presentan ciertos personajes o situaciones, algunos de manera muy obvia, con los mitos vigentes en nuestra sociedad. A continuación pondremos dos de ellos que por su cotidianidad en nuestra vida diaria nos parecieron las analogías míticas de más relevancia y los trataremos de la forma mas breve posible.
El mito del Apocalipsis -sólo el mas apto sobrevive-[9]
En la Biblia, el libro sagrado de occidente por excelencia, el Apocalipsis es un capítulo ubicado al final de la misma. En este se habla del final del reinado de Dios en la tierra y el comienzo del reinado del mal por medio del mismo hombre, en colectivo, llamado Anticristo. Pero el Apocalipsis existe en la Biblia incluso antes de que nos topemos con las últimas páginas de esta; existe como una idea vaga, como el mal mismo que no logra triunfar porque aun no llega su tiempo, ya que su tiempo es en los postreros días del hombre.
En los X-Men sucede algo parecido con el personaje nombrado Apocalipsis, el enemigo más extraño de los mutantes. Es una especie de mutante simbiótico, y le llamo así por necesitar de un vehículo para sobrevivir, de un hombre que, subjetivamente, proclama su profecía sin cambiar su apariencia física de armadura azul. Este mutante vive deambulando a lo largo de la historieta, siempre débil y derrotado, cosa que resulta algo extraña ya que es el mutante más poderoso del universo y controla prácticamente todos los planos temporales. Pero su debilidad no viene por ser inferior a los X-Men, sino porque su tiempo de dominar aún no ha llegado, mientras tanto vaga por las hojas primeras de la X-Biblia esperando que el momento de su libro comience[10], momento que el sabe existente.
Al final de la Biblia llega el reinado del Apocalipsis, mismo que encontramos en los X-Men al final de los tiempos[11], donde Scott y Jean viajan por medio de Rachel la creadora de una orden religiosa extremadamente acosada en el futuro incierto, misma que podría ser comparada con los hombres, de los que habla la Biblia, que no serán salvados para que ellos puedan salvar a otros que no lo fueron por pecadores.
En el Apocalipsis de la Biblia se habla de que los buenos serán masacrados por los malos; en el reinado de Apocalipsis de los X-Men los humanos son masacrados por los mutantes que a su vez masacran mutantes ayudantes de humanos.
Como vemos, ya parando hasta aquí las analogías que siguen surgiendo, la comparación es evidente y se deja ver el sentido obvio que los guionistas del cómic quisieron darle a este personaje rescatando así un mito de la humanidad, ya ni hablar de los cuatro jinetes del...
El X-Mito de Caín y Abel
Caín mató a Abel porque, según la Biblia, envidiaba a su hermano, aparte de que el destino ya lo había marcado para que cometiese el primer crimen de la humanidad. Ambos hermanos son encarnados en los X-Men por dos personajes de analógico carácter: Stryfe y Nathan[12], ambos hijos de Scott y Jean.
Nathan es el hijo legítimo, pero al nacer con enfermedades y debilidades extremas se propuso hacerle un clon, ya que se pensaba que iba a morir en poco tiempo. Ese clon creció sano pero pronto fue raptado por Apocalipsis, que veía en el la posibilidad de usarlo como nuevo vehículo, debido a los poderes telequinéticos que había heredado de sus padres representaba una gran oferta. Nathan logra salvarse de milagro de la enfermedad (favorito de los dioses) mientras Stryfe es dado por perdido. Pero la historia no comienza aquí, la historia empieza con el asesinato del profesor Xavier[13] por el clon de Nathan, aunque se creyese en un principio que había sido Nathan el asesino verdadero.
Es con este asesinato que comienza el mito, dejando ver todas las envidias que sentía el fuerte y sano Stryfe (Caín) por su débil y enfermo hermano Nathan (Abel), solo que en esta historia, o renovación del mito, se llega hasta las últimas consecuencias en las que Caín no pudo caer por falta de tiempo; Stryfe rapta a Scott y Jane para reclamarles lo injusto que había sido no ser el favorito, el que no tenía importancia en la vida, contrario a como la ganó Nathan de ellos únicamente por ser el más débil. Stryfe les demuestra sus poderes superiores a sus padres y estos suplican piedad. Esta historia termina con la supuesta muerte de Cable y la aceptación de sus padres acerca de que Stryfe merecía ser muerto (expulsado) al no poder controlar sus poderes[14].
Conclusión
Los X-Men sólo pueden ser analizados desde algunos ángulos, ya que si se toman como un todo orgánico entraríamos en dialécticas que presentan, para su resolución, un grado extremo de dificultad que nos resultaría prácticamente imposible no enredarnos.
No podemos hablar de una conclusión propiamente dicha, al ser este trabajo un despliegue vago de ideas que pueden no encontrar conexión entre sí, pero sin embargo hablamos, a grandes rasgos, de algo que nos pareció sumamente importante. Esto es la posibilidad de analizar no esta historieta, sino, de analizar cualquier documento que exista entre nuestras manos e intentar desentrañarlo por medio de nuestra propia imaginación, más que nada usando la comparación.
[1] Los comics tomados en cuenta para la elaboración de este trabajo corresponde a: números 31 a 43 de X-Men Flip Book de la serie X-cutioner’s Song (La canción del verdugo), Las aventuras de Cyclops y Phoenix edición especial publicada por Marvel Comics y a los primeros números de X-Men Adventure.
[2]“Lectura deSteve Canyon” pags. 141-185 en Apocalípticos e integrados ed. Tusquest.
[3] En el capítulo Temporalidad real y ficticia intentaremos adentrarnos en los detalles temporales del comic y sus peripecias en el pasado, futuro y presente.
[4] En el capítulo Manejo de políticas en los X-Men se hablará con mayor detalle acerca de este importantísimo punto.
[5] Umberto Eco. Apocalípticos e integrados, el mito de Superman, p. 222.
[6] De esto se habló un poco en Manejo de símbolos y contexto. Introducimos este tema para dar, de alguna manera, un esbozo de respuesta.
[7] Personajes del futuro, como Bishop, pertenecen a diversas épocas a raíz del invento de Forge, la máquina del tiempo.
[8] Umberto Eco en “El mito de Superman” en Apocalípticos e integrados ed. Tusquest.
[9] Frase utilizada constantemente por el personaje que en los X-Men lleva el nombre de Apocalipsis.
[10] En esta espera el personaje no es meramente ocioso, el sabe que cada pelea ganada o derrotada es parte de su destino para poder gobernar, es parte de su ser y planes meticulosos que lo hacen reír más que a ningún otro mutante.
[11] En X-Men Las aventuras de Cyclops y Phoenix, edición especial #5, Marzo de 1997. Marvel Comics.
[12] Usa el seudónimo de Cable en la mayoría de los cómic’s, en realidad prácticamente solo sus padres conocen su verdadero nombre en una etapa del tiempo.
[13] X-Men Flip Book #31 de la serie X-cutioner’s Song parte 1, Marvel Cómic’s 1992.
[14] Se podrían hacer comparaciones entre los diálogos manejados por los personajes de los X-Men y entre lo que se dice en Caín y Abel en la Biblia, pero esto supondría un trabajo más minucioso del que nuestro tiempo, para elaborar un trabajo académico, no nos permitiría llevar a cabo en su totalidad.
[2]“Lectura deSteve Canyon” pags. 141-185 en Apocalípticos e integrados ed. Tusquest.
[3] En el capítulo Temporalidad real y ficticia intentaremos adentrarnos en los detalles temporales del comic y sus peripecias en el pasado, futuro y presente.
[4] En el capítulo Manejo de políticas en los X-Men se hablará con mayor detalle acerca de este importantísimo punto.
[5] Umberto Eco. Apocalípticos e integrados, el mito de Superman, p. 222.
[6] De esto se habló un poco en Manejo de símbolos y contexto. Introducimos este tema para dar, de alguna manera, un esbozo de respuesta.
[7] Personajes del futuro, como Bishop, pertenecen a diversas épocas a raíz del invento de Forge, la máquina del tiempo.
[8] Umberto Eco en “El mito de Superman” en Apocalípticos e integrados ed. Tusquest.
[9] Frase utilizada constantemente por el personaje que en los X-Men lleva el nombre de Apocalipsis.
[10] En esta espera el personaje no es meramente ocioso, el sabe que cada pelea ganada o derrotada es parte de su destino para poder gobernar, es parte de su ser y planes meticulosos que lo hacen reír más que a ningún otro mutante.
[11] En X-Men Las aventuras de Cyclops y Phoenix, edición especial #5, Marzo de 1997. Marvel Comics.
[12] Usa el seudónimo de Cable en la mayoría de los cómic’s, en realidad prácticamente solo sus padres conocen su verdadero nombre en una etapa del tiempo.
[13] X-Men Flip Book #31 de la serie X-cutioner’s Song parte 1, Marvel Cómic’s 1992.
[14] Se podrían hacer comparaciones entre los diálogos manejados por los personajes de los X-Men y entre lo que se dice en Caín y Abel en la Biblia, pero esto supondría un trabajo más minucioso del que nuestro tiempo, para elaborar un trabajo académico, no nos permitiría llevar a cabo en su totalidad.
Fuentes
Los cómic’s tomados en cuenta para la elaboración de este trabajo corresponde a: números 31 a 43 de X-Men Flip Book de la serie X-cutioner’s Song (La canción del verdugo), Las aventuras de Cyclops y Phoenix edición especial publicada por Marvel Comics y a los primeros números de X-Men Adventure.ECO HUMBERTO, Apocalípticos e integrados, Editorial Tusquets
Los cómic’s tomados en cuenta para la elaboración de este trabajo corresponde a: números 31 a 43 de X-Men Flip Book de la serie X-cutioner’s Song (La canción del verdugo), Las aventuras de Cyclops y Phoenix edición especial publicada por Marvel Comics y a los primeros números de X-Men Adventure.ECO HUMBERTO, Apocalípticos e integrados, Editorial Tusquets
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